sábado, 12 de septiembre de 2009

Flashback: Loco por tus huesos (Capítulo XXXVI)


El falso inspector Tanner vive una apasionada relación sexual con Berta, su subordinada en la comisaría, quien, quizá por haber permanecido virgen hasta ahora (35 años), no repara en el color y la forma inusuales de las partes íntimas de su amante, al no conocer otras ni por referencia, y se entrega sin reservas a los intensos placeres que conoce por primera vez y que disfruta en los lugares más insólitos, desde el trabajo hasta servicios públicos, escaleras de inmuebles ajenos o cabinas de teléfono. Quizá así el impostor logre olvidar su carga, el terrible secreto de Quienes Realmente Mandan, que le ha hecho abandonar su inquietante misión sobrenatural. Sea como fuere, Berta es feliz, quizá el personaje más feliz de nuestra abigarrada galería.

En el hospital de Ciudad Centro, Pedro Arteaga, recuperado de su accidente o intento de suicidio según el informe oficial, busca por las habitaciones y encuentra a la muchacha comatosa que en otra esfera de realidad le robó la primera de sus Grandes Composiciones escritas bajo la protección del Niño con Peluca. Se llama Bárbara, y, pese a su espectacular belleza morena en sueños, la realidad de una brutal agresión y violación la ha desfigurado y despojado de su abundante cabellera negra. Pedro quisiera conocer el color de sus ojos.

Mientras, Flowers, que no se permite a sí mismo perder su dignidad pública como proxeneta, maltrata a Carla como a la que más e incluso con el especial refinamiento de quienes se ven propietarios del ser amado, y sin embargo planea publicar los poemas que ha encontrado en los bolsillos del abrigo de piel para gloria de su pupila y de sí mismo, pues por una vez se siente comprendido.

Buster, ignorante de la amenaza de muerte que pesa sobre su cabeza, permanece encerrado en su mansión, temeroso de emprender una vida para la cual nunca ha querido prepararse. Intoxicado con alcohol y drogas, ve a la Muerte despojarse de su túnica negra y revestir su osamenta con los michelines esplendorosos de Ada y las tersas redondeces amoratadas de Carla. Buster se imagina poseyéndola sobre el suelo, sintiendo cómo falanges descarnadas desgarran su espalda.

En el Castillo de Mármol, Pamela es preparada mediante ayunos, abluciones y otros extraños rituales para su muerte próxima en el patíbulo. ¿Logrará Takeshi dominar mentalmente a las ratas que han absorbido la totalidad del licuado Ops para ayudarle a evadirse, antes de que el Andrógino logre embarazarse a sí mismo y Pamela muera?

(Continuará)

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